viernes, 23 de agosto de 2019


Autocuidado de terapeutas y operadores en sus contextos profesionales
Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)

Diego Tapia Figueroa, Ph.D.  y 
      Maritza Crespo Balderrama, M.A.
(agosto, 2019)

“No está en ningún mapa. Los lugares verdaderos nunca lo están.”
(Herman Melville, Moby Dick)


Reflexionar sobre la necesidad del autocuidado responsable de terapeutas, trabajadores sociales y toda la gama de operadores y profesionales en el campo social tiene permanente importancia, porque cuando se da y se practica, los procesos dilógicos, generativos y transformadores realmente se crean en conjunto y dan sentido a los encuentros y al trabajo; cuando no se produce, el desgaste, el ruido relacional y el maltrato mutuo se instalan.

En este blog (viernes, 4 de mayo de 2018, “CUIDANDO AL CUIDADOR  DESDE UNA POSTURA SOCIOCONSTRUCCIONISTA”), nos referimos a este tema y les invitamos a revisarlo, confiamos que pueda serles útil. Ahora recuperamos, adaptándolo a  nuestro lenguaje socioconstruccionista, estas sugerencias (Ruiz, basándose en sugerencias hechas por Kanfer y Schefft (1988) y Mahoney (1991); Ruiz, M.A., 1998. Habilidades terapéuticas. En Vallejo, M.A. Ed. Madrid: Dykinson), que sin duda, nos sirven para nuestras prácticas:

- “Antes de comenzar una sesión centra tu atención (estar presente íntegramente y con integridad) en la persona a la que te dispones a recibir, en el diálogo y en el proceso relacional.

- Inicia las sesiones con auténtica curiosidad, recordando que cada conversación es una conversación nueva, que se va tejiendo en el contexto de la relación terapéutica.

- Ten presente que cada sesión terapéutica puede ser la última, en consecuencia, concéntrate en el aquí y ahora, ofrece una “presencia radical”, con ética relacional,  al consultante, no te distraigas ni divagues ni interpretes unilateralmente. Lo más importante es la cocreación y construcción de una relación, de una conexión (de un diálogo transformador).

- Sé consciente de la complejidad y del contexto de cada ser humano que llega.

- Antes de iniciar cualquier tipo de diálogo, escucha atentamente lo que las palabras, sentimientos, actitudes o pensamientos del consultante están diciendo.

- Muéstrate emocionalmente presente y conectado con el sufrimiento de los consultantes y siente con ellos.

- En la danza dinámica de un consultante en proceso de incertidumbre, dudas y reflexión, aprende a escuchar, comprender y a ser guiado por lo que es importante para el consultante.

- Antes de hacer una pregunta, procura tener claro que la información que pretendes obtener es relevante para el proceso del consultante; si no es así, evita formularla.

- Salvo cuando sea necesario, trata de no formular preguntas que sólo requieran monosílabos puesto que con ello puedes estar fomentando en el consultante la creencia de que la responsabilidad del proceso terapéutico es fundamentalmente del terapeuta.

- Recuerda que como terapeutas, dialogamos a través de preguntas creativas y significativas, que se conectan con lo último que acaba de ser dicho por el consultante.

- En la terapia lo fundamental es la resolución de los conflictos del consultante; por tanto, es él quien tiene que invertir más energía y esfuerzo en su proceso de transformación. Permite que sea él quien realice el trabajo significativo, que contagie a su vida diaria y a sus contextos relacionales lo que construye en la terapia.

- Procura ser claro y conciso y no hablar más de lo necesario. No des consejos ni sermones moralistas. Como norte: el consultante debe hablar más que el terapeuta. Y, aprende a escuchar profundo, distinto; escucha el silencio sin ansiedad y dale con el consultante un sentido nuevo.

- Respeta el ritmo del consultante y estimula sus decisiones.

- Ofrece confianza y estímulo a tus consultantes para ayudarles a mantener su motivación.  Fomenta la confianza en sus capacidades de aliviar su malestar, mejorar su calidad de vida y avanzar en su proceso de construcción de alternativas y posibilidades en diálogo con sus relaciones y contextos significativos.

- No ofrezcas o prometas al consultante aquello que no puedas cumplir.

- Acepta el hecho de que tus conocimientos, en muchos casos, son limitados; concédete permiso para no saberlo todo. Pide ayuda y supervisión con libertad.

- Cuando te pierdas en una sesión y no sepas cómo seguir, tómate un momento para centrarte nuevamente en la relación. Enfrenta tus propios prejuicios, cuestiónalos. Pon palabras a tus miedos. Pregunta y escucha sin interrumpir.

- Escucha tus diálogos internos (y, si aportan al proceso, compártelos con criterio en la terapia) y pregunta al consultante sobre sus propios diálogos internos.

- Resiste el impulso de mostrarte seductor o excesivamente amable y cortés. El objetivo de una terapia es acompañar al consultante en lo que necesite, no establecer una bonita relación de amistad o que te consideren encantador o que te  aplaudan.

- Sé atento contigo mismo y paciente con tu propio proceso. Procura conocerte lo suficiente como para que tus motivos personales no influyan negativamente en el proceso de transformación positiva de tus consultantes.

- Aunque el consultante necesite cambiar significados, emociones o creencias, debe seguir percibiendo el mundo a través de sus propios ojos, no a través de los de su terapeuta.

- Cultiva rutinas de autocuidado y protege tu vida privada. Ten vida propia fuera del trabajo y disfrútala. Construye relaciones y placeres significativos (amistades, afectos, hobbies).

- Establece un ritmo de trabajo que no afecte a tu rendimiento profesional y respeta tus límites. Cuando el cansancio, el estrés o tus problemas personales influyan en tu trabajo, pide ayuda, busca terapia para ti, con tu pareja o familia; o retírate durante un tiempo si lo necesitas.

- Respeta y valora el compromiso de corresponsabilidad que has adquirido al ejercer esta profesión y mantén tu confianza sincera en la capacidad que tienen las personas para remontar sus dificultades y dilemas relacionales si se les brinda el acompañamiento (con respeto, curiosidad, aceptación, flexibilidad y legitimación) necesario.”

En este diálogo reflexivo con preguntas realizadas desde la complejidad para abrazar la incertidumbre, en esta apertura a la diversidad, en este proceso transformador, en este encuentro generativo: no se trata de aplicar, imponer, amaestrar u homologar lo distinto con técnicas, recetas y protocolos hechos de lugares comunes, conformismo y poca inteligencia de los expertos de turno; sino, que es una invitación (confiando en el proceso dialógico, en los recursos y fortalezas del otro) a tejer y coconstruir con el consultante nuevos significados, alternativas y posibilidades sociales creativas, inéditas.

AVISO IMPORTANTE:

Luego de un sondeo entre las personas que manifestaron su interés en participar en la Certificación Internacional en Prácticas Colaborativas y Dialógicas ICCP, Ecuador y recogiendo su pedido, daremos inicio a este proceso innovador en ABRIL del 2020, con un Seminario Internacional que estará facilitado por la Dra. Sylvia London, M.A. del Grupo Campos Elíseos, de México.

Esto dará tiempo a las personas que quieran participar para prever la reserva de su cupo oportunamente y vivir la experiencia de aprendizaje colaborativo en Ecuador.

jueves, 8 de agosto de 2019


NUEVOS ENFOQUES EN  LOS PROCESOS COLABORATIVOS Y REFLEXIVOS -EDUCATIVOS Y TERAPÉUTICOS- SEGÚN SYLVIA LONDON, MA. (2da. Parte)
Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)

Diego Tapia Figueroa, Ph.D.  y 
      Maritza Crespo Balderrama, M.A.
(agosto, 2019)

“Ser significa comunicarse. La muerte absoluta es no ser oído, no ser reconocido, no ser recordado. Ser significa ser para otro y a través del otro”
(Mijaíl Bajtín)

Los nueve lineamientos e Ideas finales

Resumen del artículo: “Guía para la Colaboración”, de Sylvia London, Sally St. George y Dan Wulff.

1. Participación en igualdad de condiciones

Hay una clara apreciación de las diferentes contribuciones dentro de las relaciones, así como un merecido entendimiento de que si todos los participantes tuvieran los mismos talentos y puntos de vista entonces no habría necesidad de su participación. En otras palabras, las diferencias son considerablemente valoradas…La sensación es que todas las contribuciones son valiosas.

2. Creación de una cohorte

Es el comportamiento que manifiestan los grupos del ISI (El ISI es un seminario anual bilingüe y multicultural en Terapias Colaborativas organizado por el Houston Galveston Institute en Houston, Texas y Grupo Campos Elíseos en la Ciudad de México. Participan como docentes Harlene Anderson, Sylvia London, Irma Rodríguez) los participantes forman vínculos especiales y gran aprecio entre ellos que los lleva a extender su apoyo, relacionarse y mostrarse curiosos hacia los demás participantes con los que incluso pudieran haber tenido desacuerdos en algunos asuntos (…) En este entorno se crea una comunidad de aprendizaje colaborativo, donde cada participante se esfuerza por traer y mostrar lo mejor de sí mismo, así como el interés por el aprendizaje y el bienestar común. Se trata de compartir la responsabilidad por el proceso de aprendizaje. En nuestro mundo actual que alienta vigorosamente (y a veces inescrupulosamente) a los profesionistas exitosos a perseguir de manera individual sus metas profesionales, la experiencia de ser parte de una comunidad colaborativa es muy estimulante. De esa manera, se aprecia muy claramente el placer de poner nuestros objetivos particulares junto (y no frente) a los de los otros.

3. Intersecciones: conexiones personales y profesionales

Si recurrimos a la colaboración como una luz que nos guía, se hace difícil separar su carácter personal del profesional, lo que Harlene Anderson llama “coherencia entre la forma de ser en lo personal y en lo profesional” (Anderson & Gehart, 2007). Cuando un profesional está “realizando” su trabajo, está presente también como persona (…) Más allá de que sea posible separar lo “personal” de lo “profesional”, podemos preguntarnos qué es lo que perderíamos al tratar de crear esta separación. Las conexiones personales y profesionales pueden ampliar y mejorar todos los aspectos de nuestras vidas. Una razón de esto es que nuestros consultantes y alumnos tampoco dejan “afuera” su naturaleza personal cuando nos reunimos con ellos. Todos anhelamos la conexión humana y lo que somos como personas es lo que tenemos para ofrecer al otro (…) Conocer a “la persona del profesional” agrega dimensión y profundidad a la relación, además de promover una atmósfera favorable para la formación de una comunidad colaborativa.

4. Hospitalidad

(…) estamos profundamente comprometidos con la idea del filósofo francés de origen argelino Jacques Derrida, de que la hospitalidad es la bienvenida incondicional al otro:

...debo recibir al otro quienquiera que sea –y esto es definitivo- sin pedirle un documento, una identificación, un nombre, sin exigirle una identidad. Este es mi primer comienzo en la relación con el otro. Les abro mi espacio, mi hogar, mi casa, mi lengua, mi cultura, mi nación, mi estado. A mí mismo, no tengo que forzarme a abrirme porque estoy abierto de antemano. Estoy abierto, incluso antes de que tome la decisión de hacerlo: después tengo que mantenerme abierto o trato de permanecer abierto de manera incondicional. (Bennington, 2003) (…) Somos firmes creyentes en la idea de Harlene Anderson de que la manera en que comenzamos a recibir y conocer a las personas crea el tipo de conversaciones y relaciones que podemos tener con ellas (Anderson, 1997; Anderson & Gehart, 2007).

5. Un lugar apropiado, cómodo

En el ISI estamos convencidos de la importancia que tiene la cuidadosa selección y atención del entorno físico para que ocurran el tipo de conversaciones y relaciones que deseamos fomentar durante el proceso.

6. Retroalimentación y ajustes

La incorporación de la retroalimentación en ambientes universitarios, jerárquicos, tradicionales, no es siempre fácil, pero lo consideramos necesario para crear la armonía dentro del grupo y el sentido de valoración de cada individuo. Esto puede parecer un asunto no académico.

 7. Resultados duraderos
A veces se considera a la colaboración como algo “del momento” sin implicaciones futuras, sin embargo nosotros la vemos como algo que tiene historia, presente y futuro –un componente del “mundo real” con su propia acción. La práctica puede seguirse en reuniones cara a cara, o en actualizaciones periódicas. Uniéndose a otros en proyectos o investigaciones internacionales, presentando colegas ya conocidos a nuevos colegas, incorporando a nuestra práctica diaria las ideas adquiridas durante el taller (…) Uno de los triunfos que nos han reportado en los diversos talleres que hemos ofrecido es la importancia de escuchar. Escuchar las voces de aquellos que comúnmente excluimos u obviamos. En sus diversas prácticas (por ejemplo, trabajando con víctimas de violencia, con niños, con inmigrantes) los clínicos pedían a sus supervisores y grupos de trabajo que invitaran a “otros” que normalmente no son considerados como parte del trabajo clínico, tales como clientes, vecinos o amigos que pudieran contribuir con ideas basadas en su experiencia; artistas y administradores que participasen con sus clientes para ampliar las conversaciones y las opciones para generar el cambio y el alivio.

8. Aprendizaje a través del arte, la música, la cultura, las lenguas

…se integra el lenguaje del arte al proceso multilingüístico ya existente (…) Otros participantes en el ISI han incluido música, poesía y danza, como formas de expresar ideas nuevas, o como una manera de conectar al grupo al contexto local (…) La presencia artística nos permitió enriquecer la variedad de la experiencia clínica y el trabajo terapéutico durante los procesos reflexivos.

9. Apertura, que nos permita hacer lo que la ocasión amerita

En el verano del 2007 prepararon un taller para el ISI sobre colaboración como estilo de vida usando las ideas que aparecen en este artículo.

Ideas finales

La colaboración nos ha informado y guiado a través de nuestras jornadas profesionales y personales, no es una idea o práctica que tomemos a la ligera. Usamos estos lineamientos como marcadores que nos ayudan a mantenernos honestos en lo que creemos que funciona en las relaciones humanas.

A su vez, reconocemos que nuestras intenciones al vincularnos con otros con una capacidad colaborativa no siempre tienen éxito (Fernández, London & Rodríguez- Jazcilevich 2006). Aunque eso no quiere decir que renunciemos a estas ideas. Nuestros tropiezos nos inspiran a reflexionar y considerarlos como retroalimentación, como experiencias de aprendizaje que podemos incorporar a nuestro pensar y actuar. Podemos, a través del tiempo, dar nuevas formas a los significados de la colaboración y cómo es explicada. Por ahora consideramos que esta es una buena forma de respetar nuestros principios de vida y trabajo así como de reconocer que forman parte de los principios elegidos por otros colegas con los que interactuamos.

NOTA IMPORTANTE: En esta Certificación Internacional, que iniciaremos los próximos meses en Quito-Ecuador, tendremos un equipo de docentes de gran calidad humana y profesional, con experiencia y prestigio mundial. Por ejemplo: Harlene Anderson, Ph,D. (Estados Unidos); Sylvia London, MA. (México); Mónica Sesma, Ph.D. (México); Diana Carleton, ED.D. (Estados Unidos); Garbiñe Delgado, Ph.D. (España); Richard De La Cuadra, fundador de la Academia Educacional Xavier (Estados Unidos); Maritza Crespo Balderrama, MA. (Ecuador); Diego Tapia Figueroa, Ph.D. (Ecuador). Se irán sumando otros profesionales de Argentina, Brasil, etcétera. Están invitadas/os a poner en su agenda el participar en este proceso creativo, con aportes útiles para sus distintas prácticas profesionales.