NUEVOS ENFOQUES EN LOS PROCESOS COLABORATIVOS
Y REFLEXIVOS -EDUCATIVOS Y TERAPÉUTICOS- SEGÚN SYLVIA LONDON, MA. (1ra.
Parte)
Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)
Diego Tapia Figueroa,
Ph.D. y
Maritza
Crespo Balderrama, M.A.
(julio, 2019)
“El
diálogo es más un acto de amor que un método de conversación”.
Jaakko Seikkula
La rica experiencia a nivel mundial
que tiene acumulada Sylvia London como facilitadora, en su trabajo con
docentes, psicólogos, organizaciones e instituciones públicas y privadas;
además de su sabiduría para crear equipos reflexivos y una supervisión clínica
de gran nivel y profundidad; así como su infatigable trabajo como organizadora
(con pasión, generosidad e inteligencia) desde hace más de dos décadas del
Instituto de Verano en México (ISI) junto a Harlene Anderson (dos de las
futuras docentes y supervisoras del Certificado Internacional en Prácticas
Colaborativas que iniciaremos en Ecuador), hacen relevante que resaltemos
algunas de sus ideas para estos procesos. Quienes participen en nuestra Certificación Internacional, disfrutaran de este aprendizaje con ellas y los
demás docentes y supervisores/as del equipo inter y multidisciplinario de
prestigio mundial, que formarán parte del proceso académico y vivencial que hemos preparado.
A continuación algunas ideas de Sylvia London:
A continuación algunas ideas de Sylvia London:
He llegado a ver mi rol como
terapeuta y mi relación con mis consultantes como una facilitadora, una experta
en crear cierto tipo de oportunidades para conversar. En este tipo de
conversación, creada a través del diálogo, co-construimos juntos realidades y
soluciones posibles para el dilema en cuestión.
Me veo como una persona que
provee un espacio conversacional, donde múltiples ideas y múltiples
significados pueden ser contemplados al mismo tiempo. A través de la
conversación mi intención es maximizar las posibilidades de ideas, diálogos y
soluciones.
Mis consultantes permanecen en
el centro del escenario y constantemente me pregunto a dónde quieren ir o cómo
quieren utilizar la conversación. Esto no quiere decir que yo no sé nada, o que
no ofrezco nada en la conversación. Esto quiere decir, siguiendo las ideas de
Gregory Bateson citadas por Anderson y Goolishian (1988): “Para contemplar lo
nuevo y novedoso tiene que haber lugar para lo familiar". Desde esa
postura familiar co-creamos juntos los caminos para lo nuevo.
Con frecuencia tengo sorpresas
muy agradables de los lugares que podemos alcanzar y las ideas que podemos
generar en conjunto.
Mi herramienta principal en la
terapia es la pregunta, muchas de ellas de todas las formas y modelos. Estas
preguntas me ayudan a cuestionar, generar curiosidad y a moverme tentativamente
a lo largo del camino. Además me dan la oportunidad de expresar mis ideas y
negociar su significado a través del diálogo.
Ivar Hartviksen (citado por
Anderson, 1997), un psicólogo noruego, capta el significado que las preguntas
tienen para mí cuando dice: “La pregunta es la única herramienta que tengo en
mi trabajo, es la única manera que tengo de cuestionar, de participar en la
vida de mi consultante”.
Trabajo con docentes, terapeutas,
instituciones y organizaciones sobre lo que necesitan en el presente y nos enfocamos
hacia lo que quieren lograr en el futuro; con libertad, horizontalidad y
respeto, en un procesos de corresponsabilidad y creatividad permanente.
Cuando hablamos de
colaboración, nos referimos a ella como un estilo de vida; una forma deliberada
de relacionarnos con los otros, que es a la vez flexible y responsable. La
colaboración no debe tomarse a la ligera, no se trata de algo rápido o azaroso
ni de un evento singular. Es un proceso que lleva tiempo, energía, dedicación y
persistencia de manera constante –constituye una manera de conducirnos en la
vida-.
La colaboración se construye
sobre las posibilidades, la creatividad y la innovación, resultado de las
conversaciones y las relaciones. Mediante la colaboración, nuevas ideas y patrones
pueden surgir, especialmente a medida que múltiples puntos de vista se van
comparando, midiendo, mezclando. Miembros de una familia, estudiantes y colegas
que suelen reunirse para abordar retos y problemas de manera colaborativa, nos
reportan regularmente que han ido generado nuevas ideas -ideas que
probablemente no habrían desarrollado si hubiesen maniobrado como individuos-,
y que estas ideas creativas han ido a su vez generando proyectos innovadores o
acciones reales que han hecho una diferencia en la vida de las personas.
Los
nueve lineamientos
Resumen del artículo: “Guía
para la Colaboración”, de Sylvia London, Sally St. George y Dan Wulff. (En la
próxima entrega una ampliación de estos puntos).
1.
Participación en igualdad de condiciones
Una pieza clave de los
esfuerzos colaborativos es la clara sensación de que todos los participantes se
encuentran en igualdad de condiciones, es decir, que todos los compañeros son
igualmente valorados e importantes. Ciertamente cada individuo contribuye en
algo diferente a las relaciones y conversaciones, pero el valor puesto a todas
las contribuciones es el mismo.
2.
Creación de una cohorte
Cuando la gente se une por una
experiencia común, especialmente cuando ésta es intensa, el grupo puede convertirse
en una influencia poderosa sobre sus propios miembros y su entorno. Una cohorte
desarrolla una sensibilidad a las necesidades individuales de sus miembros así
como a lo que requiere el grupo para retener su valor e integridad. Los
individuos se vuelven parte de algo más grande que ellos.
3.
Intersecciones: conexiones personales y profesionales
Pretender ser de una manera en
el trabajo y de otra en nuestra así llamada “vida privada” puede convertirse en
una carga pesada, sobre todo si esas maneras son muy diferentes. Comportarse en
el trabajo de una forma antagonista a nuestras preferencias y actitudes
personales puede crear conflictos éticos.
4.
Hospitalidad
La hospitalidad es crítica
para la creación de una atmósfera de colaboración. Hemos encontrado que “sale
caro ser barato” y que cuando renunciamos a la hospitalidad y generosidad en
términos de comida, celebraciones y fiestas, renunciamos a tener gente reunida
en una atmósfera de interacción informal, cercana y personal.
5.
Un lugar apropiado, cómodo
El desarrollo de buenas
relaciones y conversaciones, que forman la base de la colaboración, sólo
ocurrirá si se tiene un cuidado especial al establecer el contexto de la
colaboración, así como una atención particular a la manera en que se crea la
hospitalidad.
6.
Retroalimentación y ajustes
La colaboración requiere de la
habilidad de recibir bien la retroalimentación y darle buen uso. Ésta viene a
veces automáticamente pero otras veces hay que pedirla. Tanto el recibirla como
luego incorporarla son componentes vitales, ninguno de estos necesariamente
fáciles de implementar.
7.
Resultados duraderos
Las nuevas relaciones de
amistad y trabajo se mantienen a medida que algunos participantes implementan
formas de colaborar, por ejemplo mediante comunicación por internet,
consultándose mutuamente en proyectos de investigación. En otras palabras, los
participantes se integran a una comunidad colaborativa mundial.
8.
Aprendizaje a través del arte, la música, la cultura, las lenguas
Uno de los grandes beneficios
que nos ha traído la colaboración es el de enfrentarnos con la diversidad. La
diversidad trae lo desconocido, nos obliga a poner más atención, estimula
nuestra creatividad, nos energiza. Nuestros esfuerzos colaborativos nos han
llevado a dialogar con practicantes de diversas disciplinas intercambiando
ideas y visiones. Estos intercambios amplían cualitativa y cuantitativamente
nuestra experiencia profesional.
9.
Apertura, que nos permita hacer lo que la ocasión amerita
Apertura es para nosotros la
creación y mantenimiento de un entorno abierto, libre, creativo y respetuoso,
donde la flexibilidad y las actividades espontáneas son bienvenidas. Apertura
para responder a las necesidades cambiantes y poder aprovechar las
oportunidades emergentes y aún las inesperadas. Queremos enfatizar que esta
actitud y entorno de apertura promueve y provee de buenas oportunidades para
establecer acciones coordinadas mutuamente, donde la responsabilidad se
comparte. No se trata de un “todo se vale”.