viernes, 26 de julio de 2019


NUEVOS ENFOQUES EN  LOS PROCESOS COLABORATIVOS Y REFLEXIVOS -EDUCATIVOS Y TERAPÉUTICOS- SEGÚN SYLVIA LONDON, MA. (1ra. Parte)
Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)

Diego Tapia Figueroa, Ph.D.  y 
      Maritza Crespo Balderrama, M.A.
(julio, 2019)
“El diálogo es más un acto de amor que un método de conversación”.
Jaakko Seikkula

La rica experiencia a nivel mundial que tiene acumulada Sylvia London como facilitadora, en su trabajo con docentes, psicólogos, organizaciones e instituciones públicas y privadas; además de su sabiduría para crear equipos reflexivos y una supervisión clínica de gran nivel y profundidad; así como su infatigable trabajo como organizadora (con pasión, generosidad e inteligencia) desde hace más de dos décadas del Instituto de Verano en México (ISI) junto a Harlene Anderson (dos de las futuras docentes y supervisoras del Certificado Internacional en Prácticas Colaborativas que iniciaremos en Ecuador), hacen relevante que resaltemos algunas de sus ideas para estos procesos. Quienes participen en nuestra Certificación Internacional, disfrutaran de este aprendizaje con ellas y los demás docentes y supervisores/as del equipo inter y multidisciplinario de prestigio mundial, que formarán parte del proceso académico y vivencial que hemos preparado.

A continuación algunas ideas de Sylvia London: 

He llegado a ver mi rol como terapeuta y mi relación con mis consultantes como una facilitadora, una experta en crear cierto tipo de oportunidades para conversar. En este tipo de conversación, creada a través del diálogo, co-construimos juntos realidades y soluciones posibles para el dilema en cuestión.

Me veo como una persona que provee un espacio conversacional, donde múltiples ideas y múltiples significados pueden ser contemplados al mismo tiempo. A través de la conversación mi intención es maximizar las posibilidades de ideas, diálogos y soluciones.
Mis consultantes permanecen en el centro del escenario y constantemente me pregunto a dónde quieren ir o cómo quieren utilizar la conversación. Esto no quiere decir que yo no sé nada, o que no ofrezco nada en la conversación. Esto quiere decir, siguiendo las ideas de Gregory Bateson citadas por Anderson y Goolishian (1988): “Para contemplar lo nuevo y novedoso tiene que haber lugar para lo familiar". Desde esa postura familiar co-creamos juntos los caminos para lo nuevo.

Con frecuencia tengo sorpresas muy agradables de los lugares que podemos alcanzar y las ideas que podemos generar en conjunto.

Mi herramienta principal en la terapia es la pregunta, muchas de ellas de todas las formas y modelos. Estas preguntas me ayudan a cuestionar, generar curiosidad y a moverme tentativamente a lo largo del camino. Además me dan la oportunidad de expresar mis ideas y negociar su significado a través del diálogo.

Ivar Hartviksen (citado por Anderson, 1997), un psicólogo noruego, capta el significado que las preguntas tienen para mí cuando dice: “La pregunta es la única herramienta que tengo en mi trabajo, es la única manera que tengo de cuestionar, de participar en la vida de mi consultante”.

Trabajo con docentes, terapeutas, instituciones y organizaciones sobre lo que necesitan en el presente y nos enfocamos hacia lo que quieren lograr en el futuro; con libertad, horizontalidad y respeto, en un procesos de corresponsabilidad y creatividad permanente.

Cuando hablamos de colaboración, nos referimos a ella como un estilo de vida; una forma deliberada de relacionarnos con los otros, que es a la vez flexible y responsable. La colaboración no debe tomarse a la ligera, no se trata de algo rápido o azaroso ni de un evento singular. Es un proceso que lleva tiempo, energía, dedicación y persistencia de manera constante –constituye una manera de conducirnos en la vida-.

La colaboración se construye sobre las posibilidades, la creatividad y la innovación, resultado de las conversaciones y las relaciones. Mediante la colaboración, nuevas ideas y patrones pueden surgir, especialmente a medida que múltiples puntos de vista se van comparando, midiendo, mezclando. Miembros de una familia, estudiantes y colegas que suelen reunirse para abordar retos y problemas de manera colaborativa, nos reportan regularmente que han ido generado nuevas ideas -ideas que probablemente no habrían desarrollado si hubiesen maniobrado como individuos-, y que estas ideas creativas han ido a su vez generando proyectos innovadores o acciones reales que han hecho una diferencia en la vida de las personas.

Los nueve lineamientos

Resumen del artículo: “Guía para la Colaboración”, de Sylvia London, Sally St. George y Dan Wulff. (En la próxima entrega una ampliación de estos puntos).

1. Participación en igualdad de condiciones

Una pieza clave de los esfuerzos colaborativos es la clara sensación de que todos los participantes se encuentran en igualdad de condiciones, es decir, que todos los compañeros son igualmente valorados e importantes. Ciertamente cada individuo contribuye en algo diferente a las relaciones y conversaciones, pero el valor puesto a todas las contribuciones es el mismo.

2. Creación de una cohorte

Cuando la gente se une por una experiencia común, especialmente cuando ésta es intensa, el grupo puede convertirse en una influencia poderosa sobre sus propios miembros y su entorno. Una cohorte desarrolla una sensibilidad a las necesidades individuales de sus miembros así como a lo que requiere el grupo para retener su valor e integridad. Los individuos se vuelven parte de algo más grande que ellos.

3. Intersecciones: conexiones personales y profesionales

Pretender ser de una manera en el trabajo y de otra en nuestra así llamada “vida privada” puede convertirse en una carga pesada, sobre todo si esas maneras son muy diferentes. Comportarse en el trabajo de una forma antagonista a nuestras preferencias y actitudes personales puede crear conflictos éticos.

4. Hospitalidad

La hospitalidad es crítica para la creación de una atmósfera de colaboración. Hemos encontrado que “sale caro ser barato” y que cuando renunciamos a la hospitalidad y generosidad en términos de comida, celebraciones y fiestas, renunciamos a tener gente reunida en una atmósfera de interacción informal, cercana y personal.

5. Un lugar apropiado, cómodo

El desarrollo de buenas relaciones y conversaciones, que forman la base de la colaboración, sólo ocurrirá si se tiene un cuidado especial al establecer el contexto de la colaboración, así como una atención particular a la manera en que se crea la hospitalidad.

6. Retroalimentación y ajustes

La colaboración requiere de la habilidad de recibir bien la retroalimentación y darle buen uso. Ésta viene a veces automáticamente pero otras veces hay que pedirla. Tanto el recibirla como luego incorporarla son componentes vitales, ninguno de estos necesariamente fáciles de implementar.

7. Resultados duraderos

Las nuevas relaciones de amistad y trabajo se mantienen a medida que algunos participantes implementan formas de colaborar, por ejemplo mediante comunicación por internet, consultándose mutuamente en proyectos de investigación. En otras palabras, los participantes se integran a una comunidad colaborativa mundial.

8. Aprendizaje a través del arte, la música, la cultura, las lenguas

Uno de los grandes beneficios que nos ha traído la colaboración es el de enfrentarnos con la diversidad. La diversidad trae lo desconocido, nos obliga a poner más atención, estimula nuestra creatividad, nos energiza. Nuestros esfuerzos colaborativos nos han llevado a dialogar con practicantes de diversas disciplinas intercambiando ideas y visiones. Estos intercambios amplían cualitativa y cuantitativamente nuestra experiencia profesional.

9. Apertura, que nos permita hacer lo que la ocasión amerita

Apertura es para nosotros la creación y mantenimiento de un entorno abierto, libre, creativo y respetuoso, donde la flexibilidad y las actividades espontáneas son bienvenidas. Apertura para responder a las necesidades cambiantes y poder aprovechar las oportunidades emergentes y aún las inesperadas. Queremos enfatizar que esta actitud y entorno de apertura promueve y provee de buenas oportunidades para establecer acciones coordinadas mutuamente, donde la responsabilidad se comparte. No se trata de un “todo se vale”.




viernes, 12 de julio de 2019


PROCESOS EDUCATIVOS Y PROCESOS TERAPÉUTICOS SEGÚN    HARLENE ANDERSON, Ph.D.
Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)
Diego Tapia Figueroa, Ph.D.  y 
      Maritza Crespo Balderrama, M.A.
(julio, 2019)
En la medida en que uno se posiciona a sí mismo diferentemente con otro -en la medida en que me posiciono a mí mismo diferentemente con los estudiantes, en que invito a una relación positiva y constructiva, responsable y reflexiva-  ya no tengo toda la responsabilidad de su aprendizaje; es compartida. Cuando la responsabilidad es compartida, la relación es mutuamente más provechosa.
                   Harlene Anderson

Como docentes, el preguntarnos críticamente sobre el sentido y significado de la educación hace la diferencia. La pregunta sigue siendo actual, las respuestas son múltiples. Y, no se agotan. Y, cada docente encontrará sus propias respuestas en su proceso  y experiencias personales y profesionales. Respuestas que se transformarán, y transformarán al docente, en cada encuentro con nuevos alumnos, en distintos contextos. El desafío es abrirse sin dogmas, a nuevas posibilidades de ser y crecer con los otros.

Educar significa (también) contribuir a movilizar lo mejor de una persona, movilizar sus recursos, potencialidades, reconocer y valorar lo positivo de su ser, de sus aportes y preguntas. Es elegir hacer énfasis en los recursos positivos antes que en los déficits. Acompañarlos para que sean seres sensibles; honrados humana e intelectualmente; que generen preguntas distintas; que aporten a transformar sus contextos relacionales con su participación proactiva, creativa y crítica; y desarrollen su capacidad de reflexionar, de construir posibilidades nuevas y ser creativos.

La confusión entre respeto y miedo, ha llevado a resultados pobres y destructivos, en términos relacionales, sociales y académicos. Los docentes que generan procesos constructivos son los que con su interés por abrir y crear espacios de diálogo con los estudiantes, los que con su sensibilidad, conexión, creatividad, imaginación e inteligencia logran contagiar a los estudiantes el gusto, la pasión, el placer por conocer, explorar, investigar, descubrir; maravillándose del aprender y del aprender a interrogarse, preguntar, cuestionar, interpelar lo establecido, las convenciones opresivas, las jerarquías abusivas, la injusticia e inequidad.

Veamos dos textos de Harlene Anderson que aportan desde estas perspectivas colaborativas y dialógicas.

1) EDUCACIÓN: ELEMENTOS DE UNA CONVERSACIÓN DE POSIBILIDADES (tutor/facilitador/educador)

Desde una postura filosófica el tutor/educador asume una postura y actitud que refleja una manera de conversar y estar en relación con la gente. Esto incluye una manera de pensar, hablar, actuar y estar con ellos.

• El tutor/educador se acerca a cada situación de una manera única incluyendo lo que el alumno presenta y lo que surja.

• El tutor/educador toma la responsabilidad de la creación de un espacio dialógico conversacional y de un proceso que permite el mutuo cuestionamiento y la colaboración en la definición y disolución del problema.

• El tutor/educador permite que el alumno se sitúe en el centro del escenario con su propia historia, tal y como la quiere contar, sin ser guiado por lo que el tutor piensa que es importante o por lo que piensa que la historia debiera ser.

• El tutor/educador camina lado a lado con su alumno siendo coherente con su paso, tiempo y ritmo, manteniendo la conversación dentro de los parámetros del “problema” y la “solución” según la definición del alumno.

• El tutor/educador mantiene simultáneamente ideas múltiples y contradictorias.
• El tutor/educador elige el lenguaje cooperativo (apertura) en lugar del lenguaje (palabras y acciones) no cooperativo (cerrado).

• El tutor/educador aprende, entiende y conversa en el mismo lenguaje que su alumno, ofreciendo preguntas, opiniones, especulaciones o sugerencias con una postura abierta que demuestra que valora lo que para el alumno es importante.

• El tutor/educador elabora preguntas conversacionales y sus respuestas requieren nuevas preguntas, que invitan a convertir los pensamientos en palabras, abriendo diferentes caminos para hablar de lo que es familiar y para crear posibilidades.

• El tutor/educador es un escucha activo, respetuoso y responsable.

• El tutor/educador no entiende demasiado rápido (si acaso llega a entender).

• El tutor/educador mantiene una conversación dialógica (diálogo interno) consigo mismo.

• El tutor/educador mantiene una postura reflexiva consigo mismo, con sus alumnos y colegas.

2) EN BUSCA DE SOLUCIONES EN EL CONTEXTO TERAPÉUTICO, ENTRE DOCENTE/SUPERVISOR Y ALUMNOS: CONVERSACIONES Y RELACIONES QUE GENERAN POSIBILIDADES

• La persona es única: Respetar y apreciar que cada persona es única y su “problema” y su “solución” son particulares a las circunstancias de su vida, relaciones y contexto.

• Intervención: Evitar la tentación de diagnósticos, metas y estrategias para alcanzar metas. Considerar la individualidad de cada persona, las múltiples posibilidades para cada persona, cada contexto y cada situación.

• Identidades y etiquetas: Cada persona tiene múltiples identidades. Las etiquetas corren el riesgo de crear y fijar identidades limitantes. Los consultantes son más que solo sus problemas. La persona completa y su contexto relacional, no sólo el problema, debe ser el foco del tratamiento.

• Coherencia: Invitar, escuchar y tener humildad por la historia de cada persona. Mantener la coherencia en ello.

• La historia del consultante es el centro del escenario: Ser genuinamente curioso haciendo preguntas que surjan de la conversación y que lleven a otras preguntas, no a respuestas. Hacer preguntas que ayuden al consultante a decir, aclarar y expandir su narrativa en primera persona.

• La persona es la autora de su propia historia: Crear un sitio seguro para que cada persona desarrolle sus propias opiniones y re-escriba su propia historia. Juntos (educadores y alumnos) crean el conocimiento único y específico para el consultantes y sus circunstancias.

• Mantener la sincronía: Caminar al lado del alumno, manteniendo su ritmo, paso y tiempo, no el del terapeuta.

• Familiaridad: Explorar lo conocido de manera que permita abrir nuevas puertas donde no existían anteriormente.

• Público: Hacer que las ideas del educador sean invisibles y los prejuicios visibles y mantenerlos abiertos a preguntas y cambios.

• Intentar entender: No saber, asumir ni llenar los espacios en blanco con demasiada rapidez.

• Creer y confiar: Tratar de darle sentido, desde la perspectiva del consultante, a lo que parezca sin sentido o ilógico desde la perspectiva del terapeuta.

• Identidad del Self (Yo): Propiciar el desarrollo de múltiples identidades que liberan y permiten la existencia simultánea y contradictoria de una variedad de yoes (selves). Un nuevo sentido del Yo lleva a un sentido de autoafirmación.

• Comunidad: Un sentimiento de comunidad es esencial para sanar y crecer. El balance entre independencia e interdependencia es la clave para el autocontrol.

RECORDAR - DEFINICIONES DE LOS “PROBLEMAS”

• Los discursos sociales, culturales, teóricos y profesionales definen a los consultantes “difíciles”.

• Las palabras crean realidades.

• Las etiquetas crean identidades.

• Las etiquetas encasillan.

• Todo puede oscurecer a la persona.

• Todo puede crear alumnos “difíciles”.

• Todo puede limitar posibilidades futuras.

METAS Y MEDIDAS DEL ÉXITO

• Hay una multiplicidad de metas y medidas para el éxito.

• Es conveniente tener metas modestas y alcanzables y medir el "éxito" en base a ellas.



Como IRYSE, entendemos la educación como una apertura (hecha con confianza, alegría, respeto, curiosidad, aceptación, responsabilidad y libertad) a un proceso dialógico con la complejidad y desde la incertidumbre, que nos transforma conjuntamente; es la construcción de una relación ética.

GALERÍA FOTOGRÁFICA


                                                                                               Villa Adriana
                                                                                                                 By Bruno Tapia Naranjo




                                                                                          Monos
                                                                                                                      By Bruno Tapia Naranjo





                                                                           Agua
                                                                                                         By Bruno Tapia Naranjo


                                                                                           Asamblea Nacional
                                                                                                  By Bruno Tapia Naranjo



                                                                                      Colibrí, Mindo Ecuador
                                                                                                By Bruno Tapia Naranjo




                                                                                  Cotopaxi Ecuador
                                                                                                         by Bruno Tapia Naranjo



                                                                                                                     Roma, Musei Capitolini
                                                                                                                                     by Bruno Tapia Naranjo



  
                                                                                                   by Bruno Tapia Naranjo



                                                                     by Bruno Tapia Naranjo




                                                                                                                                                   Quito                                                                                                                      by Bruno Tapia Naranjo