PRESENCIA RADICAL EN
LAS RELACIONES SEGÚN SHEILA McNAMEE
Consorcio Relacional y
Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)
Dr. Diego Tapia Figueroa y
MSc. Maritza Crespo Balderrama
(junio, 2018)
“Todo lo que hago, lo hago con alegría.” Michel de Montaigne
(trad. en 2007, p.588)
Queremos reproducir
textualmente, algunos fragmentos de lo que sostiene Sheila McNamee (2016 y 2018)
en su propuesta de trabajar desde la Presencia
Radical, para acercar a los lectores ecuatorianos -que desconocen- a estas
ideas originales, creativas y
profundamente innovadoras para los procesos terapéuticos:
El mundo es complejo, no
simple. Es tiempo de que aceptemos esta complejidad y desarrollemos formas de
coordinar la complejidad más que tratar de eliminarla proveyendo ‘diagnósticos
expertos’ para descontextualizar o parcialmente contextualizar acciones. No
definamos coordinación de las diferencias con acuerdos: definámosla como
comprender (donde comprender no significa estar de acuerdo, evaluar o juzgar –
simplemente significa generar curiosidad sobre las diferencias).
¿Qué pasa si vemos las
diferencias como un recurso para la creatividad, la novedad y la transformación
social? Mientras nos refugiemos en el discurso de la psicología, evitamos
confrontar algunos de los más irritantes desafíos de hoy. Al adoptar la
presencia radical podemos movernos más allá del estado terapéutico y equipar
los amplios recursos disponibles cuando múltiples comunidades coordinan juntos
para crear formas de ‘continuar juntos’. Nosotros reconocemos que nunca podemos
crear las condiciones para “LA VERDAD”, y por tanto debemos trabajar para crear
condiciones en donde las voces diferentes, las verdades diferentes, los
sistemas de valores diferentes puedan de alguna manera entrar en conversación.
Es, después de todo, en la conversación que nuevos significados y modos de
entendimiento pueden ser construidos. En las prácticas colaborativas y
dialógicas no buscamos encontrar consenso pero sí crear nuevas formas de
entendimiento.
Cuando tenemos una sola
historia que se impone sobre los demás, limitamos severamente nuestra capacidad
de entender, lo que reduce al otro a un lugar simplista. Esta comprensión
limitada por desgracia facilita el conflicto, la violencia y todas las formas
de la patologización. Cuando pienso en vivir dentro de una sensibilidad
construccionista, me vuelvo muy consciente de que la curiosidad sobre las
diferencias construye relaciones y también genera posibilidades para forjar un
nuevo entendimiento con los demás. Nuestra tarea, como profesionales que
adoptan una sensibilidad relacional, es reconocer nuestros compromisos mientras
el poder los asume a la ligera. Para apreciar la diferencia es necesario crear
un espacio para las nuevas conversaciones, nuevas posibilidades y mundos nuevos
e inimaginables.
Sheila MacNamee (junio, 2018),
nos explica: Para crear situaciones y contextos dialógicos lo único útil es: la
curiosidad, el estar abiertos a escuchar la diferencia, el ser reflexivos
acerca de lo que yo mismo estoy pensando acerca de la situación. ¿Cómo
involucrarnos en una situación dialógica?: Con la Presencia Radical: ¿Qué
hacemos de manera conjunta para estar presentes el uno con el otro en la
situación? No es estar solamente presente con todo lo que yo soy y abierto al otro,
sino también aceptar la vulnerabilidad de la situación y el querer, el desear
estar en una situación de desafío, en donde la meta no es imponer lo que yo
pienso o aceptar lo que piensa el otro, sino cómo, de manera conjunta creamos
un espacio donde las dos partes puedan participar y encontrarse.
Este entrenamiento con una “PR”, a terapeutas, educadores, líderes,
etc. se enfoca en observar aquellas cosas que permiten la relación y que a
través de las relaciones se van disolviendo los problemas y se va aprendiendo
juntos. La ansiedad de hacer “lo correcto”, impide que estemos radicalmente
presentes en la relación y darnos cuenta de lo que realmente pasa, porque
estamos demasiado preocupados en hacerlo “bien”.
Cuatro preguntas de Barnett
Pearce, útiles para estar con “Presencia
Radical”:
1. ¿Qué estamos haciendo
juntos?, en vez de preguntarnos: ¿Qué es lo que esta persona está haciendo en
esta situación? En lugar de eso, nos preguntamos: ¿Qué es lo que estamos
haciendo juntos que no está dando resultados?
2. ¿Cómo estamos haciendo
esto, todos los involucrados?
3. ¿En quién nos estamos
convirtiendo mientras hacemos esto; cómo nos estamos transformando?
4. ¿Cómo podemos hacer esto de
una mejor manera?
Estas preguntas nos ayudan a
mantenernos en un proceso autorreflexivo,
en el que no nos enfocamos en resolver la situación sino que nos
enfocamos en cómo, de manera conjunta, trabajamos para hacer esto que estamos
haciendo (terapeutas y consultantes). La “PR”
implica humanizarnos en la relación y dejar a un lado las teorías, las técnicas
y las herramientas y concentrarnos en qué es lo que de manera conjunta estamos
produciendo en este momento; y, qué es lo produce nuevos significados y expande
las relaciones; y, cómo con la “PR”
se crea posibilidades infinitas de cambio y transformación.
Construir, como terapeutas,
una relación que sea significativa para el consultante y que le aporte para
encontrar y construir otras relaciones significativas. Deberíamos ser capaces
de actuar de la misma manera en la responsabilidad profesional así como en
nuestra vida completa; ser capaces de comprometernos y de invertir tiempo en
las relaciones.
Dejar de pensar en aquello que
no se puede hacer y comenzar a pensar en lo que sí se puede hacer. No
engancharse en lo que no se puede, sino mirar las posibilidades y cómo crear
posibilidades. Estar radicalmente presentes con nosotros para reconocer
nuestros límites y estar radicalmente presentes para reconocer las
posibilidades de crear espacios dialógicos donde sea posible generar
transformaciones en los contextos relacionales.
Para ello aporta además, la Ética Relacional: en lugar de encerrar y
limitar aquello que estamos haciendo, abrimos las posibilidades de todo aquello
que puede hacerse y que de manera conjunta podemos construir. De distintas
maneras nuestros desafíos están en aceptar y abrazar la incertidumbre y
dialogar desde la complejidad, confiando en las relaciones.