viernes, 12 de julio de 2019


PROCESOS EDUCATIVOS Y PROCESOS TERAPÉUTICOS SEGÚN    HARLENE ANDERSON, Ph.D.
Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)
Diego Tapia Figueroa, Ph.D.  y 
      Maritza Crespo Balderrama, M.A.
(julio, 2019)
En la medida en que uno se posiciona a sí mismo diferentemente con otro -en la medida en que me posiciono a mí mismo diferentemente con los estudiantes, en que invito a una relación positiva y constructiva, responsable y reflexiva-  ya no tengo toda la responsabilidad de su aprendizaje; es compartida. Cuando la responsabilidad es compartida, la relación es mutuamente más provechosa.
                   Harlene Anderson

Como docentes, el preguntarnos críticamente sobre el sentido y significado de la educación hace la diferencia. La pregunta sigue siendo actual, las respuestas son múltiples. Y, no se agotan. Y, cada docente encontrará sus propias respuestas en su proceso  y experiencias personales y profesionales. Respuestas que se transformarán, y transformarán al docente, en cada encuentro con nuevos alumnos, en distintos contextos. El desafío es abrirse sin dogmas, a nuevas posibilidades de ser y crecer con los otros.

Educar significa (también) contribuir a movilizar lo mejor de una persona, movilizar sus recursos, potencialidades, reconocer y valorar lo positivo de su ser, de sus aportes y preguntas. Es elegir hacer énfasis en los recursos positivos antes que en los déficits. Acompañarlos para que sean seres sensibles; honrados humana e intelectualmente; que generen preguntas distintas; que aporten a transformar sus contextos relacionales con su participación proactiva, creativa y crítica; y desarrollen su capacidad de reflexionar, de construir posibilidades nuevas y ser creativos.

La confusión entre respeto y miedo, ha llevado a resultados pobres y destructivos, en términos relacionales, sociales y académicos. Los docentes que generan procesos constructivos son los que con su interés por abrir y crear espacios de diálogo con los estudiantes, los que con su sensibilidad, conexión, creatividad, imaginación e inteligencia logran contagiar a los estudiantes el gusto, la pasión, el placer por conocer, explorar, investigar, descubrir; maravillándose del aprender y del aprender a interrogarse, preguntar, cuestionar, interpelar lo establecido, las convenciones opresivas, las jerarquías abusivas, la injusticia e inequidad.

Veamos dos textos de Harlene Anderson que aportan desde estas perspectivas colaborativas y dialógicas.

1) EDUCACIÓN: ELEMENTOS DE UNA CONVERSACIÓN DE POSIBILIDADES (tutor/facilitador/educador)

Desde una postura filosófica el tutor/educador asume una postura y actitud que refleja una manera de conversar y estar en relación con la gente. Esto incluye una manera de pensar, hablar, actuar y estar con ellos.

• El tutor/educador se acerca a cada situación de una manera única incluyendo lo que el alumno presenta y lo que surja.

• El tutor/educador toma la responsabilidad de la creación de un espacio dialógico conversacional y de un proceso que permite el mutuo cuestionamiento y la colaboración en la definición y disolución del problema.

• El tutor/educador permite que el alumno se sitúe en el centro del escenario con su propia historia, tal y como la quiere contar, sin ser guiado por lo que el tutor piensa que es importante o por lo que piensa que la historia debiera ser.

• El tutor/educador camina lado a lado con su alumno siendo coherente con su paso, tiempo y ritmo, manteniendo la conversación dentro de los parámetros del “problema” y la “solución” según la definición del alumno.

• El tutor/educador mantiene simultáneamente ideas múltiples y contradictorias.
• El tutor/educador elige el lenguaje cooperativo (apertura) en lugar del lenguaje (palabras y acciones) no cooperativo (cerrado).

• El tutor/educador aprende, entiende y conversa en el mismo lenguaje que su alumno, ofreciendo preguntas, opiniones, especulaciones o sugerencias con una postura abierta que demuestra que valora lo que para el alumno es importante.

• El tutor/educador elabora preguntas conversacionales y sus respuestas requieren nuevas preguntas, que invitan a convertir los pensamientos en palabras, abriendo diferentes caminos para hablar de lo que es familiar y para crear posibilidades.

• El tutor/educador es un escucha activo, respetuoso y responsable.

• El tutor/educador no entiende demasiado rápido (si acaso llega a entender).

• El tutor/educador mantiene una conversación dialógica (diálogo interno) consigo mismo.

• El tutor/educador mantiene una postura reflexiva consigo mismo, con sus alumnos y colegas.

2) EN BUSCA DE SOLUCIONES EN EL CONTEXTO TERAPÉUTICO, ENTRE DOCENTE/SUPERVISOR Y ALUMNOS: CONVERSACIONES Y RELACIONES QUE GENERAN POSIBILIDADES

• La persona es única: Respetar y apreciar que cada persona es única y su “problema” y su “solución” son particulares a las circunstancias de su vida, relaciones y contexto.

• Intervención: Evitar la tentación de diagnósticos, metas y estrategias para alcanzar metas. Considerar la individualidad de cada persona, las múltiples posibilidades para cada persona, cada contexto y cada situación.

• Identidades y etiquetas: Cada persona tiene múltiples identidades. Las etiquetas corren el riesgo de crear y fijar identidades limitantes. Los consultantes son más que solo sus problemas. La persona completa y su contexto relacional, no sólo el problema, debe ser el foco del tratamiento.

• Coherencia: Invitar, escuchar y tener humildad por la historia de cada persona. Mantener la coherencia en ello.

• La historia del consultante es el centro del escenario: Ser genuinamente curioso haciendo preguntas que surjan de la conversación y que lleven a otras preguntas, no a respuestas. Hacer preguntas que ayuden al consultante a decir, aclarar y expandir su narrativa en primera persona.

• La persona es la autora de su propia historia: Crear un sitio seguro para que cada persona desarrolle sus propias opiniones y re-escriba su propia historia. Juntos (educadores y alumnos) crean el conocimiento único y específico para el consultantes y sus circunstancias.

• Mantener la sincronía: Caminar al lado del alumno, manteniendo su ritmo, paso y tiempo, no el del terapeuta.

• Familiaridad: Explorar lo conocido de manera que permita abrir nuevas puertas donde no existían anteriormente.

• Público: Hacer que las ideas del educador sean invisibles y los prejuicios visibles y mantenerlos abiertos a preguntas y cambios.

• Intentar entender: No saber, asumir ni llenar los espacios en blanco con demasiada rapidez.

• Creer y confiar: Tratar de darle sentido, desde la perspectiva del consultante, a lo que parezca sin sentido o ilógico desde la perspectiva del terapeuta.

• Identidad del Self (Yo): Propiciar el desarrollo de múltiples identidades que liberan y permiten la existencia simultánea y contradictoria de una variedad de yoes (selves). Un nuevo sentido del Yo lleva a un sentido de autoafirmación.

• Comunidad: Un sentimiento de comunidad es esencial para sanar y crecer. El balance entre independencia e interdependencia es la clave para el autocontrol.

RECORDAR - DEFINICIONES DE LOS “PROBLEMAS”

• Los discursos sociales, culturales, teóricos y profesionales definen a los consultantes “difíciles”.

• Las palabras crean realidades.

• Las etiquetas crean identidades.

• Las etiquetas encasillan.

• Todo puede oscurecer a la persona.

• Todo puede crear alumnos “difíciles”.

• Todo puede limitar posibilidades futuras.

METAS Y MEDIDAS DEL ÉXITO

• Hay una multiplicidad de metas y medidas para el éxito.

• Es conveniente tener metas modestas y alcanzables y medir el "éxito" en base a ellas.



Como IRYSE, entendemos la educación como una apertura (hecha con confianza, alegría, respeto, curiosidad, aceptación, responsabilidad y libertad) a un proceso dialógico con la complejidad y desde la incertidumbre, que nos transforma conjuntamente; es la construcción de una relación ética.

2 comentarios:

  1. La propuesta es muy interesante, la dificultad conectarse con el alumno en tiempo de cambios de perspectiva en que se cruzan intereses diversos que no solo son de aprendizaje. Generar esperanza de construir un vínculo importante tutor/profesor - alumno para ayudar a expandir sus objetivos...ojala

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    1. Estimada Judith, tiene razón, se trata de un proceso que implica constancia, pero también alegría, curiosidad, apertura y compromiso. Muchas gracias por leernos y por comentar.

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