Prevención de
abusos sexuales a niñas, niños y adolescentes (parte III)
Consorcio Relacional y
Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)
Diego Tapia Figueroa, Ph.D. y
Maritza Crespo Balderrama,
MSc. (mayo, 2019)
“La libertad es siempre la libertad del que piensa diferente.”
Rosa Luxemburgo
Contextualizar histórica, cultural, políticamente
las prácticas sociales de abuso, maltrato y violencia es fundamental para
reflexionar acerca de las maneras de prevenirlas, de generar pensamiento
crítico, de buscar alternativas y soluciones. Por ejemplo: “Al final, todo está
estructurado desde el sistema patriarcal…Tenemos una sociedad basada en el
capitalismo, que ha hecho de la competitividad una interacción natural, empuja
al hombre como ser superior, valida el abuso y convierte a los otros en
objetos. La jerarquía funciona en todas las relaciones empresariales,
organizativas, políticas, y también en las relaciones personales…la creencia que
los niños y niñas son propiedad de sus padres, una idea sobre la que se cometen
las mayores atrocidades, como incestos, violaciones, maltrato o la prostitución
de las propias hijas… Negamos lo que no somos capaces de asumir. Pero al
negar eso lo que hacemos es alejar los propios hechos, y nos disociamos de
ellos, como si no fueran con nosotros. Nos falta valentía para admitir dos
cosas: la cultura patriarcal y la capacidad humana para provocar daño… Hacen falta
leyes, políticas, educación afectivo-sexual y sobre todo, hacernos responsables
de la sociedad que estamos creando, todos y todas. Hagámonos cargo de que somos
una especie que agrede y compite, pero también que es capaz de respetar, amar,
cooperar y sentir placer y empatía.”
https://elpais.com/sociedad/2019/05/01/actualidad/1556709267_208877.html
¿Qué le pasa a un niño o niña que es víctima de
abuso sexual? Efectos e impactos
físicos, emocionales y relacionales del abuso sexual:
- Heridas, laceraciones, infecciones
orales, genitales, anales; flujos o sangrados inexplicables.
- Miedo, cólera, hostilidad, culpa,
vergüenza, baja autoestima.
- Conductas sexuales inapropiadas
(juegos sexuales con muñecas, introducción de objetos en anos o vaginas,
masturbación excesiva o pública, conducta seductora, requerimientos de
estimulación sexual a otros adultos o niños, conocimientos sexuales
inapropiados a su edad, etc.).
- Conducta y comportamiento
incontrolado; conducta autodestructiva, agresividad y comportamiento antisocial;
aislamiento.
- Problemas escolares, fugas de la
casa, conductas delictivas, crueldad, intentos de suicidio, accidentes
constantes, conductas de autoagresión, automutilación; excesiva timidez.
- Pesadillas, dificultades excesivas
para dormir o para despertarse.
- Dificultades alimentarias.
- Ansiedad, depresión, fobias.
Las consecuencias físicas, emocionales y
relacionales del abuso sexual son también un camino para descubrirlo y actuar. Más efectos y consecuencias que nos relatan
posibles abusos:
- Problemas constantes con la
autoridad. Mentiras. Fugas del hogar. Delincuencia. Coerción sexual hacia otros
niños/as. Excesiva sumisión al adulto. Quejas somáticas (dolores de cabeza y
dolores abdominales). Sobreadaptación y seudomadurez.
- Además: Irritaciones o malestar en
los genitales. Aseo constante de los genitales o se niega a hacerlo. Dolor al
orinar. Infecciones genitales frecuentes. Miedo a quedarse solo o con alguien
en especial. Depresión. Pérdida de apetito. Disminución del rendimiento
escolar. Rabia u hostilidad. Comportamiento sexual inadecuado. Huida de la
casa. Regresión a un estadio de desarrollo anterior. Por ejemplo, si ya pedía
orinar, ahora se olvida de hacerlo. Si ya comía solo, ahora pide que le den en
la boca. Exigir dormir obligatoriamente en la misma cama con padres, hermanos u
otras personas, sino angustiarse, etc.
En adolescentes, algunas de las conductas y
actitudes registradas son:
- Se incrementa el miedo a
"Hablar". Embarazo precocoz. Enfermedades de transmisión sexual.
Incremento de conductas de riesgo. Consumo de alcohol y drogas. Síntomas
depresivos. Promiscuidad Sexual. Coerción sexual hacia otros niños/as.
Delincuencia. Conductas auto agresivas. Gestos e intentos de suicidio. Excesiva
inhibición sexual. Trastornos disociativos. Anorexia y bulimia. Miedo a estar
solo. Incapacidad de sostener la mirada. Frecuentes peleas y disgustos con
miembros de la familia. Problemas de memoria. Cambios frecuentes y drásticos de
humor. Preocupación por temas sexuales o actividades sexuales. Desconfianza.
Tristeza permanente.
¿Cómo acoger, contener y proteger a víctimas de
abuso sexual?
Cuidar que no se de la revictimización es priotiratio,
por ello y además, busque un lugar privado, seguro y tranquilo donde se pueda
realizar el diálogo sin interrupciones.
Tenga presente las siguientes sugerencias (y confíe
en lo que le ha dado resultado):
Ø Crea lo que le cuenta la víctima. Los niños no
inventan esas cosas. Les cuesta mucho admitirlas y hablar de ellas. Los
discursos dominantes se construyen silenciando el abuso sexual a los niños. El
adulto tiene que escuchar para comprender.
Ø Las víctimas de abuso sexual necesitan de un
contexto adulto disponible y comprensivo (libre de prejuicios), de la creación
de un espacio de conversación seguro, confortable y confiable, que (ver UNICEF) “les garanticen su acceso a los servicios asistenciales y los protejan
tanto de posibles represalias como del proceso de revictimización. En todos los
casos, se deben tomar recaudos para proteger al niño o la niña. Esa protección
implica, entre otras medidas, procurar que reciba contención y atención
inmediatas, y dar intervención a la Justicia.”
(*) Claro
que, siendo honestos, en la sociedad ecuatoriana, en este contexto cultural
local, las instituciones y autoridades en todos los niveles de responsabilidad,
en la mayoría de las ocasiones son negligentes, corruptas, poco o nada profesionales
y contribuyen a la impunidad de estos crímenes. Es lo que podemos notar, todos
los días, en las noticias de TV, periódicos y redes sociales; así como la
evidencia de las experiencias que narran la totalidad de las víctimas y sus
familias que hemos atendido en terapia; y, también hacen la misma descripción,
otros colegas en los espacios de supervisión e intervisión clínica que
coordinamos. Mucha retórica, demagogía y discursos políticamente correctos del
Estado, el Gobierno y las autoridades de turno y cero políticas públicas
responsables, con auténtica ética relacional.
Ø Jamás obligue al niño/a a hablar en el contexto
familiar frente al adulto sospechoso/a de abuso, y nunca lo enfrente con él/ella.
Ø Evite preguntas innecesarias. Con niños pequeños el
abuso sexual violento es asumido como un accidente. Evite los detalles
innecesarios que sólo van a incomodar más a la víctima. En el caso de los
adolescentes, las preguntas sobre los detalles hacen que vuelvan a vivir la
violencia del abuso.
Ø Asegúrele a la víctima que no es culpable. Recuerde
que el abusador ha hecho todo lo posible para que guarde el secreto, lo que
puede incluir llenarla de culpa, de miedo y de vergüenza. Lo peor que le puede
pasar a una víctima de abuso sexual es ser cuestionada como si fuera la
culpable.
Ø Asegúrese de que reciba atención médica y sienta
protección. Trate de explicarle que hay personas que causan daño y que deberán
asumir sus responsabilidades. Para los niños y niñas pequeñas, la violencia
sexual es percibida sólo como ataque físico. Por eso cuide que sus preguntas se
dirijan a la violencia o al daño físico y no al contenido sexual.
Ø Asegúrele que lo que el adulto ha hecho es
incorrecto. Que nadie debe abusar de otra persona y que el agresor deberá ser
castigado legalmente. Explique que por eso es necesaria la denuncia.
Ø Cuando la víctima aún no tiene edad para comprender
lo ocurrido, trate de que la persona adulta que la acompaña lo haga y siga las
pautas recomendadas. Explíquele además que el abuso sexual no se olvida y que
es mejor que la víctima hable y se libere del peso emocional. También debe
saber que el silencio protege al agresor.
Ø Contribuya con templanza a generar una
transformación de perspectivas para sus vidas, a través de la deconstrucción de
todas las “lógicas” y justificaciones de los abusos sexuales para construir
nuevas y distintas posibilidades para el futuro. Para ello es fundamental que
las víctimas de abusos sexuales se autoricen a cuestionar los estilos de vida
relacionales con los que les han “educado”, la ideología castigadora, opresiva
y cruel con la que les oprimen. Que recuperen la confianza en sus recursos y
fortalezas y en los de sus contextos sociales.
Ø Busque ayuda y apoyo profesional psicoterapéutico de
inmediato con profesionales que no encubran estos crímenes y a sus
responsables, que respeten a los niños, que los acompañen con ética relacional,
trabajando con consistencia a favor de la causa de los niños.
Es necesario y urgente reflexionar, crear redes, conversar,
actuar. Hay materiales (libros, vídeos, cuentos, etc.) útiles para contribuir a
crear consciencia social, prevención y acciones de reparación. Por ejemplo: “Pues cuando alguien te haga algo que no te
guste, tienes que decirle que pare. Y si no para, entonces gritas muy fuerte hasta que vengan a ayudarte. No debes
dejar que te hagan daño.”
(http://educagenero.org/RANA/RANA_Estela_Grita_Muy_Fuerte_cuento.pdf)
Desde las posturas socioconstruccionistas, valoramos
la importancia capital de conectarnos relacionalmente con los otros a través
del diálogo para darle un sentido distinto a la propia vida, una vida que valga
la pena vivir. Un diálogo permanente, curioso, respetuoso, reflexivo y abierto,
con niños, niñas y adolescentes, quienes pueden aprender a contribuir y a
construir una cultura del buen trato, que significa poner el diálogo en primer
lugar.
Consideramos que aportar confianza para un diálogo
transformador, responsabilizarnos a dialogar con las diferencias y conversar a
través de las preguntas es necesario para la construcción de futuros posibles,
con libertad, alegría y dignidad.
Nos hacemos humanos contando historias y escuchando
historias; los humanos vivimos de acuerdo a las historias que construirmos
sobre las experiencias que vivimos; con el diálogo aceptamos la legitimidad del
otro; somos seres dialógicos y construimos juntos nuevos significados sociales;
estamos comprometidos en una construcción de sentidos distintos; el diálogo desarrolla
reflexividad crítica y es acción creativa en el mundo para generar bienestar
social.
Concluimos, por ahora (los diálogos se interrumpen
y luego continúan, son infinitos).
Nota: Un libro que les sugerimos, para comprender este
proceso complejo y las alternativas humanas, relacionales y profesionales es: Reynaldo
Perrone y Martine Nannini. Violencia y
abusos sexuales en la familia. Editorial Paidós. Argentina.
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