¿CONSTRUCCIONISMO SOCIAL ES IGUAL A RELATIVISMO, Y TODO ESTÁ BIEN Y DA IGUAL?
Consorcio Relacional y Socioconstruccionista del Ecuador (IRYSE)
Dr. Diego Tapia Figueroa y
MSc. Maritza Crespo Balderrama (febrero, 2018)
“Todo lo que hago, lo hago con alegría.” Michel de Montaigne
(trad. en 2007, p.588)
El desconocimiento ha llevado a algunos profesionales, que no conocen las perspectivas
construccionistas sociales o ignoran cómo se trabajan los procesos desde esta postura, a
repetirtópicos, lugares comunes, prejuicios y estereotipos sin sustentarlos con argumentos.
Imaginan que las perspectivas socioconstruccionistas llevan a la relativización de todo lo
humano, a dar por “bueno y verdadero” todo, sin discernir, optar, elegir. Reiteran que estar
con estas posturas es no tomar una posición frente a nada concreto y poner en el mismo
saco (en una mezcla de relativismo absolutista y eclecticismo epistemológico) todas las
teorías, prácticas y consecuencias; que decir y actuar así sería propio de irresponsables.
Confunden construccionismo social con constructivismo y hablan, ingenua o
dogmáticamente, sin proponer una reflexión crítica y limitándose a generalizar, sostenidos
en una visión modernista y positivista, limitando el espacio del diálogo y la construcción y
reduciendo el planteamiento a premisas que, por superficiales, empobrecen reactivamente
la conversación y la relación.
“Los argumentos construccionistas, en general, son contrarios a las formulaciones fijas y
finales, inclusive aquellas que ellos mismos elaboran.” (Gergen, 1996) El
socioconstruccionismo, se consolida desde la década del 80; afirma que no hay ninguna
verdad o realidad absoluta, ni esencias o identidades fijas. Está comprometido con los
derechos humanos; invita a una reflexión crítica de todas las ideas y prácticas culturales;
afirma que el conocimiento se construye socialmente. Cuestiona el statu quo cruel e injusto
y todas las formas de explotación y opresión; propone que las personas dejen la cultura que
afirma que la forma de legitimarse en las relaciones es ubicarse en la posición de víctimas o
victimarios; valora y celebra las diferencias; la coordinación de recursos. Es un paradigma
de la complejidad. Busca la co-construcción de una ética relacional. Mijail Bajtin (1997, p.9):
“Cualquier pensamiento mío, con su contenido, es un acto responsable, es uno de
los actos éticos de los cuales se compone mi vida única, concebida como un actuar
ético permanente, porque la vida en su totalidad -relacional- puede ser examinada
como una especie de acto ético complejo: yo actúo mediante toda mi vida, cada acto
y cada vivencia es un momento de mi vida en cuanto actuar ético responsable.”
El construccionismo se enfoca en las formas complejas de relación al interior de los distintos
contextos culturales locales. El proceso de conversar con los otros invita a co-construir
confianza relacional y la construcción de perspectivas políticas innovadoras. Se trata de
comprender y concebir la interrelación misma como una forma útil y emancipadora de las
condiciones sociales injustas y opresivas existentes en la sociedad; nuestras
interpretaciones humanas y profesionales tienen siempre un matiz político. En la base está
la relación dialógica que, de hecho, es una forma de acción social transformadora, que
busca aportar para que descubramos que podemos ser libres de actuar de otras formas. “La
teoría y la práctica construccionistas localizan la fuente del significado, el valor y la acción
en el proceso relacional.” (Sheila McNamee, 2012).
Nos necesitamos los unos a los otros para la construcción conjunta de significados, para ser
justos y responsables con los otros, para prevenir los abusos de poder. Las concepciones
éticas y las perspectivas políticas que podemos manejar son, evidentemente,
construcciones culturales. Las palabras “ética” y “política” comienzan a tener significado
únicamente en los contextos relacionales en los cuales participamos. Harlene Anderson
(1999): “Comprender es sumergirnos en el horizonte de otra persona, y es un proceso
recíproco donde uno se abre al otro. Se trata de un proceso activo, de un diálogo activo. El
horizonte no es fijo” (p. 75). Propiciamos diálogos que generen la colaboración que implica
que cada persona esté plenamente presente y que su aporte sea igualmente apreciado,
reconocido y valorado; lo que producirá un sentido de pertenencia, un sentido de
participación, que a su vez conlleva un sentido de corresponsabilidad. Se invita a una actitud
de "curiosidad con reflexión”. Es el diálogo lo que nos va a permitir contextualizar. El
construccionismo genera procesos de diálogos distintos, significativos y transformadores.
El construccionismo social, según Kenneth Gergen (2014, p.8) señala:
“…sí hace a los profesionales de todo tipo, dos preguntas centrales: ¿cómo y para
quién es útil lo que haces? Y ¿cuáles son las implicaciones socio políticas -éticas- de
tomar, seriamente, la realidad propuesta? Y, además: …este proceso…es
indefectiblemente una forma de activismo social o político: cualquier acción que se
realiza en una sociedad forja de ese modo su futuro.”
Los discursos sobre la ética y la política no son temas individuales o de creencias personales,
sino que tienen que ver con los procesos de construcción de las relaciones; guiadas por el
interés de aportar al bienestar humano en un contexto en el cual las múltiples voces
coordinan aquello que van a definir como lo bueno y lo útil, lo que aporta y genera
transformaciones. Las acciones con las cuales construimos nuestros mundos son sociales;
es con el diálogo abierto, respetuoso y reflexivo como podemos generar nuevas formas de
significar esos mundos. Nada más alejado del relativismo apolítico, la superficialidad
conformista, la permisividad o la irresponsabilidad. Cuando nos involucramos con otros en
realidad estamos creando significado juntos; y, sirve para ampliar nuestros recursos para la
acción. La intención que nos guía es enriquecer las sensibilidades y la reflexión; poner el
foco en lo positivo y expandirlo; invitar a prácticas críticas; crear, entretejer conexiones
relacionales dignas, confianza, curiosidad y respeto recíprocos para generar la construcción
responsable de nuevos futuros con bienestar.